Capítulo 5
Al
amanecer, Nancy no paraba de pensar en Martín, todo ese sentimiento era una
gran locura, pues se conocían solamente dos días y por algunos mensajes, nada
más que eso, pero Nancy estaba dispuesta a hacer todo lo que estuviera a su
alcance para lograr tener a Martín, se había enamorado.
El corazón
no entiende de fechas, de horario, de edad, nada de esas cosas, entonces el
corazón de Nancy solo quería una cosa: encontrarse con Martín y hacerlo entrar,
de todas formas y maneras en su vida! Así que Nancy cogió un autobús, dejando su
coche a disposición de su padre, y partió en dirección a la playa de Paracuru a
verlo practicando su deporte.
Al llegar
allí, los amigos de Martín percibieron en sus ojos las ganas que ella tenía
hacía él, y de él hacía ella. Ambos ya no conseguían despistar, estaba a la
vista de todos. Al bajar del sol, Martín llevó a sus amigos a la posada ya que
estos no querían molestar a la pareja de enamorados, y enseguida de ducharse
volvió a por Nancy, también ya duchada, arreglada y oliendo a feromonas.
Ya era noche,
ambos dentro del coche mirándose, en la orilla de la playa, escuchando las olas
del mar, y en completa oscuridad, sin saber por donde empezar! Hasta que Martín
tomó la iniciativa, agarró la cabeza de Nancy y empezó a besarla como jamás le
habían besado antes, con mucha hambre! El deseo de Martín era imparable, ya no
había vuelta atrás. Martín agarró la mano de Nancy y la puso en su pene,
haciendo que Nancy diera un grito de susto, sin poder creer que aquello fuera
tan grande y grueso, lo que le hacía asustar, pensando como sería a la hora de
la penetración. Martín percibió que su grito era por ese motivo, empezó a
reírse de la ingenuidad de Nancy y volvió a besarla y a lamerle el oído y el
cuello repetidas veces, dejando a Nancy con piel de gallina, completamente
mojada y con ganas de hacerle el amor lo más rápido posible, solo quería
sentirlo dentro, y no pensar en nada más que consumar el acto, y sin pensar en
sus valores de chica de familia y tradicional.
Nancy se
sintió satisfecha, aunque con un poco de molestias en su zona íntima, debido al
grosor del pene de Martín, pero él la hizo sentir placer una y otra vez hasta
que los dos ya no podían más, le temblaban las piernas! pero ambos estaban
seguros de una cosa: ya no querían separarse nunca más en la vida!
Al volver
a la posada, los amigos de Martín sintieron el olor de sexo, y se percataron
que Nancy estaba sin sujetador, pues la adrenalina era tanta de haber hecho el
amor con su amado en plena oscuridad de la playa, sin saber si aparecería a alguien
y los pillaría allí desnudos, que se había olvidado ponérselo! Los amigos la
invitaron a dormir con Martín en la habitación y así lo hicieron por última
vez!
La
vergüenza que sentía Nancy de los amigos de Martín era tan grande, que ella
decidió volver a su pueblo, sin mirar hacía atrás. Martín estaba en Brasil para
15 días de vacaciones y de Paracuru, se fue a otras playas. Él intentó
innúmeras veces que Nancy fuera con él, pero ella tenía su trabajo, su padre ya
muy mayor y todo eso se sumaba la vergüenza de los amigos por haberle visto la
teta marcada en su vestido y sentido el olor a sexo.
El ultimo
día de Martín en Brasil, Nancy decidió ir al aeropuerto a despedirse de él.
Ambos querían más, pero sabían que sería doloroso, ya que ambos estaban separados
por un océano. Martín le pidió para que Nancy se comprometiera con él, ella
dijo que no, rotundamente, porque ya tenía una experiencia a distancia y sabía
que iba a sufrir y que todo eso era demasiado para su corazón. Sentía que lo
amaba, pero también sentía que sufriría las traiciones por culpa de la
distancia! Las señales empezaron allí, ya le hablaban muy fuerte, pero no quiso
hacer tanto caso de su instinto, que ya iban más allá de lo normal.
Ella era
muy sensible a lo que pasaba a su alrededor. Sabía lo que pasaría, pero en el
último beso de la despedida, decidió aceptar ser su novia, ambos se
emocionaron, se abrazaron calurosamente y dijeron el último adiós.
Nancy
había sido engañada en el pasado por un ex novio que fue a estudiar medicina en
las Islas Cayman, y sabía que podría pasar lo mismo, pues es difícil un hombre
aguantar sin sexo por tanto tiempo, aun más semanas o meses.
Ya se
había enamorado algunas veces, pero ese español había tocado la parte más
profunda de su corazón.
Decidieron
hablar por mensajes todos los días y en varios momentos del día, aunque tuviera
una diferencia de cinco horas de un país a otro, y Nancy sabía que mientras
ella dormía, la noche de España era larga.
Pasaron un
año hablándose, pero Martín le juraba fidelidad, amor, lealtad. Nancy hacía lo
mismo, quería probar que de esa vez funcionaría y que sería feliz de por vida.
Estuvo
mirando billetes y diciendo a Martín que habían promociones, que se organizara
y volviera a Brasil, le dijo que de esa vez se quedaría en su casa con ella y
con su padre, pero Martín nunca miró un billete siquiera y hacía poco caso de
Nancy, hasta que ella tuvo valor y compró su billete para ella misma ir a verlo
en España, sin saber si esa noticia sería agradable para él o no. Ese era otra
señal sobre Martín que Nancy no quiso percibir.
Nancy
siguió rechazando a varios hombres de buena índole, hermosos y de bien, todo en
nombre de intentar algo serio con el hombre que le había robado el corazón.
Martín
recibió la noticia con un poco de sorpresa, pero dijo a Nancy que no se
preocupara con dinero, que ella se quedaría en su casa, y él la iba a costear
los gastos de absolutamente todo. Nancy sintió que Martín era un caballero y
que quería algo serio con ella, después de oír esas palabras de apoyo.
Llegó el
día de ir de viaje, y toda la familia y hermanos de Nancy fueron a llevarla al
aeropuerto, todos deseaban que ella encontrara la felicidad y ella también lo
deseaba, quería casar y ser madre mas que todo.
Entró en
el avión y se preparó para dormir, pues seria un largo viaje.
Capítulo 5
Al
amanecer, Nancy no paraba de pensar en Martín, todo ese sentimiento era una
gran locura, pues se conocían solamente dos días y por algunos mensajes, nada
más que eso, pero Nancy estaba dispuesta a hacer todo lo que estuviera a su
alcance para lograr tener a Martín, se había enamorado.
El corazón
no entiende de fechas, de horario, de edad, nada de esas cosas, entonces el
corazón de Nancy solo quería una cosa: encontrarse con Martín y hacerlo entrar,
de todas formas y maneras en su vida! Así que Nancy cogió un autobús, dejando su
coche a disposición de su padre, y partió en dirección a la playa de Paracuru a
verlo practicando su deporte.
Al llegar
allí, los amigos de Martín percibieron en sus ojos las ganas que ella tenía
hacía él, y de él hacía ella. Ambos ya no conseguían despistar, estaba a la
vista de todos. Al bajar del sol, Martín llevó a sus amigos a la posada ya que
estos no querían molestar a la pareja de enamorados, y enseguida de ducharse
volvió a por Nancy, también ya duchada, arreglada y oliendo a feromonas.
Ya era noche,
ambos dentro del coche mirándose, en la orilla de la playa, escuchando las olas
del mar, y en completa oscuridad, sin saber por donde empezar! Hasta que Martín
tomó la iniciativa, agarró la cabeza de Nancy y empezó a besarla como jamás le
habían besado antes, con mucha hambre! El deseo de Martín era imparable, ya no
había vuelta atrás. Martín agarró la mano de Nancy y la puso en su pene,
haciendo que Nancy diera un grito de susto, sin poder creer que aquello fuera
tan grande y grueso, lo que le hacía asustar, pensando como sería a la hora de
la penetración. Martín percibió que su grito era por ese motivo, empezó a
reírse de la ingenuidad de Nancy y volvió a besarla y a lamerle el oído y el
cuello repetidas veces, dejando a Nancy con piel de gallina, completamente
mojada y con ganas de hacerle el amor lo más rápido posible, solo quería
sentirlo dentro, y no pensar en nada más que consumar el acto, y sin pensar en
sus valores de chica de familia y tradicional.
Nancy se
sintió satisfecha, aunque con un poco de molestias en su zona íntima, debido al
grosor del pene de Martín, pero él la hizo sentir placer una y otra vez hasta
que los dos ya no podían más, le temblaban las piernas! pero ambos estaban
seguros de una cosa: ya no querían separarse nunca más en la vida!
Al volver
a la posada, los amigos de Martín sintieron el olor de sexo, y se percataron
que Nancy estaba sin sujetador, pues la adrenalina era tanta de haber hecho el
amor con su amado en plena oscuridad de la playa, sin saber si aparecería a alguien
y los pillaría allí desnudos, que se había olvidado ponérselo! Los amigos la
invitaron a dormir con Martín en la habitación y así lo hicieron por última
vez!
La
vergüenza que sentía Nancy de los amigos de Martín era tan grande, que ella
decidió volver a su pueblo, sin mirar hacía atrás. Martín estaba en Brasil para
15 días de vacaciones y de Paracuru, se fue a otras playas. Él intentó
innúmeras veces que Nancy fuera con él, pero ella tenía su trabajo, su padre ya
muy mayor y todo eso se sumaba la vergüenza de los amigos por haberle visto la
teta marcada en su vestido y sentido el olor a sexo.
El ultimo
día de Martín en Brasil, Nancy decidió ir al aeropuerto a despedirse de él.
Ambos querían más, pero sabían que sería doloroso, ya que ambos estaban separados
por un océano. Martín le pidió para que Nancy se comprometiera con él, ella
dijo que no, rotundamente, porque ya tenía una experiencia a distancia y sabía
que iba a sufrir y que todo eso era demasiado para su corazón. Sentía que lo
amaba, pero también sentía que sufriría las traiciones por culpa de la
distancia! Las señales empezaron allí, ya le hablaban muy fuerte, pero no quiso
hacer tanto caso de su instinto, que ya iban más allá de lo normal.
Ella era
muy sensible a lo que pasaba a su alrededor. Sabía lo que pasaría, pero en el
último beso de la despedida, decidió aceptar ser su novia, ambos se
emocionaron, se abrazaron calurosamente y dijeron el último adiós.
Nancy
había sido engañada en el pasado por un ex novio que fue a estudiar medicina en
las Islas Cayman, y sabía que podría pasar lo mismo, pues es difícil un hombre
aguantar sin sexo por tanto tiempo, aun más semanas o meses.
Ya se
había enamorado algunas veces, pero ese español había tocado la parte más
profunda de su corazón.
Decidieron
hablar por mensajes todos los días y en varios momentos del día, aunque tuviera
una diferencia de cinco horas de un país a otro, y Nancy sabía que mientras
ella dormía, la noche de España era larga.
Pasaron un
año hablándose, pero Martín le juraba fidelidad, amor, lealtad. Nancy hacía lo
mismo, quería probar que de esa vez funcionaría y que sería feliz de por vida.
Estuvo
mirando billetes y diciendo a Martín que habían promociones, que se organizara
y volviera a Brasil, le dijo que de esa vez se quedaría en su casa con ella y
con su padre, pero Martín nunca miró un billete siquiera y hacía poco caso de
Nancy, hasta que ella tuvo valor y compró su billete para ella misma ir a verlo
en España, sin saber si esa noticia sería agradable para él o no. Ese era otra
señal sobre Martín que Nancy no quiso percibir.
Nancy
siguió rechazando a varios hombres de buena índole, hermosos y de bien, todo en
nombre de intentar algo serio con el hombre que le había robado el corazón.
Martín
recibió la noticia con un poco de sorpresa, pero dijo a Nancy que no se
preocupara con dinero, que ella se quedaría en su casa, y él la iba a costear
los gastos de absolutamente todo. Nancy sintió que Martín era un caballero y
que quería algo serio con ella, después de oír esas palabras de apoyo.
Llegó el
día de ir de viaje, y toda la familia y hermanos de Nancy fueron a llevarla al
aeropuerto, todos deseaban que ella encontrara la felicidad y ella también lo
deseaba, quería casar y ser madre mas que todo.
Entró en
el avión y se preparó para dormir, pues seria un largo viaje.