quinta-feira, 11 de julho de 2024

Más allá del Instinto - Capítulo 2


 

Capítulo 2

Eran casi las 7:30 de la mañana cuando el sol empezó a golpear el rostro suave de Nancy Castro. Al percibir que iba 10 minutos de retraso, de pronto se levantó de su cama, se puso un conjunto de gimnasio negro, que marcaban muy bien su figura física, de esos que demuestra muy bien la forma perfecta de quien hace ejercicios físicos diarios.

Se tomó un vaso de agua en ayunas, cepilló los dientes a la ligera y se puso a caminar por la calle principal en dirección a las escaleras que bajaban hasta la playa de arena fina y océano de azul turquesa al horizonte, con olas tranquilas y frescas, y donde el aire le hacía cariño en las mejillas como el toque de una pluma. Así eran todos los días de Nancy, una rígida rutina para empezar a ganar energía para seguir adelante durante las próximas largas horas de trabajo. 

Nancy hacía ese mismo recurrido absolutamente todos los días tal y cual y no lo cambiaba porque cuando apareciera por fin su príncipe encantado, él sabría exactamente dónde encontrarla y estaba cierta que tendría que ser allí, pues no quería dar la casualidad de hacer un nuevo trayecto y justo ese día no encontrar con él.

Mientras caminaba, venían los mismos pensamientos en su cabeza: "¿Cuándo mi vida cambiará? ¿Cuándo conoceré el amor verdadero? ¿Aquél que me sacará de aquí, de este lugar tan pequeño e inerte?".

Nancy nació en ese pequeño pueblo, llamado Playa de Lagoinha, ubicado en Brasil, a unos 100km de la gran ciudad Fortaleza. Miles de personas llegaban y salían, pero su corazón siempre le decía que ese momento aun llegaría, y se llenaba de esperanza.

En su pueblo hay un dicho muy popular que dice que cualquier persona que beba del agua del lugar, jamás querrá salir, porque todos que conocen a esa playa sueñan en vivir allí.

Muchos consideran un pedazo de paraíso perdido en Brasil, aunque no olvidado, pero a Nancy le daba angustia, algo dentro de ella decía que su hogar estaba en otro sitio, quizás del otro lado del océano, este mismo a lo cual ella miraba todos los días perdida en sus pensamientos más profundos, como si estuviese buscando a su salvación, a aquél a quien le sacaría del pueblecito.

Después de sudar y soñar con su futuro, Nancy volvió a casa, se duchó, bajó a la cocina en la planta baja de su bellísima casa frente al mar para desayunar y apresuradamente cogió el coche para hacer sus 12kms diarios de ida hacia el trabajo.

Nancy trabajaba en el ayuntamiento del distrito, como directora de tres concejalías: de turismo, cultura y medio ambiente. Era una chica bastante trabajadora y se veía bastante guerrera y valiente a los ojos de quien no la conocía, pero era dulce, romántica y bastante ingenua. Todos le pedían ayuda en el trabajo, la tenían ahogada de tareas, pero no sabía decir no a la gente, aun así, sacaba tiempo para seguir su instinto, y vivir su esencia.

¿Era un día con un aire diferente, sabía ella que algo pasaría, pero que sería? ¿Era viernes y que podría esperar del fin de semana?

Estaba firmando un mogollón de papeles, llevaba mucha presión por terminar ya que algunos de esos documentos tenían plazo de entrega en los órganos públicos, cuando para empeorar se acerca Raquel, su secretaria, y le dice que hay un correo en español para la concejalía de turismo, y como nadie hablaba el idioma, no sabían de qué se trataba y de pronto Nancy se puso delante del ordenador y empezó a leer el correo que decía:

"Hola, ¡Buenos días! ¿Soy Martín, me iré a Brasil dentro de un par de días con unos amigos a practicar Kitesurf y nos gustaría saber cómo es la Playa de Lagoinha, si hay hoteles, cuantos nudos de aire hay para la práctica del deporte y dónde comer? Dependiendo de vuestra respuesta, nos iremos a la playa vecina. ¡Sorpréndanos!

Un saludo desde España,

atentamente,

Martín Garcia"

- ¿Ay la madre, eso es una broma? ¡Vaya insulto! ¿Será posible que este no sepa pesquisar por la página oficial del ayuntamiento y sacar sus propias dudas? ¡Demasiado trabajo tengo para pesquisar y exponerle los "nudos" que hace el aire y aun sorprenderle en la respuesta! ¿Y por qué no hay gente aquí que hable otros idiomas? – habló sola, frustrada, por tener que perder tiempo explicándole al hombre esas tonterías, aún más porque ese dato no existía en la página oficial. ¿Y Ahora donde sacaría esa información?

Aunque estuviera enfadada, Nancy terminó con todo el papeleo y se puso a llamar por teléfono a los profesionales del deporte que estaban en el pueblo, pues empezaba la temporada de aire y prácticas de deportes acuáticos, y en seguida saltó a contestar al señor muy amablemente, al final el pueblo necesitaba turistas para seguir en desarrollo, aunque fueran ese tipo de gente:

"¡Muy buenos días, señor Martín! Es con inmenso placer recibiros en nuestra preciosa playa. Aquí disponemos de posadas y hoteles a su gusto, que ofrecen sabrosos platos de la región, desde pescados, carnes o pastas.

Podéis disfrutar de agua de coco muy fresca y otros aperitivos sin tener que salir de su comodidad, aunque disponemos de una plaza central muy hermosa con una linda iglesia y puestos de comidas típicas y rápidas. Por supuesto, nuestra playa es formada de una media luna, con una extensión de 4km y con hermosos puntos turísticos a visitar, el aire puede tener variaciones de 22 hasta 27 nudos, por lo que sería ideal para la práctica de vuestro deporte, para principiantes hasta los más valientes.

Espero haberos ayudado.

Estaremos siempre atentos en lo que necesitéis.

Un saludo,

Nancy Castro

Al terminar de contestar, Nancy se dio cuenta que a esa hora ya debería estar en casa comiendo con su padre, ya que su trabajo era por las mañanas. Y por las tardes se sentaba a la mesa de su oficina en su casa y terminaba de hacer lo que llevaba de retraso de las otras concejalías, pues al final eran tres para ponerse al día.
Se organizó para terminar la tareas pendientes en su casa y se marchó.

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