Capítulo 2
Eran casi las 7:30 de la mañana cuando el sol empezó a
golpear el rostro suave de Nancy Castro. Al percibir que iba 10 minutos de
retraso, de pronto se levantó de su cama, se puso un conjunto de gimnasio
negro, que marcaban muy bien su figura física, de esos que demuestra muy bien
la forma perfecta de quien hace ejercicios físicos diarios.
Se tomó un vaso de agua en ayunas, cepilló los dientes
a la ligera y se puso a caminar por la calle principal en dirección a las
escaleras que bajaban hasta la playa de arena fina y océano de azul turquesa al
horizonte, con olas tranquilas y frescas, y donde el aire le hacía cariño en
las mejillas como el toque de una pluma. Así eran todos los días de Nancy, una
rígida rutina para empezar a ganar energía para seguir adelante durante las
próximas largas horas de trabajo.
Nancy hacía ese mismo recurrido absolutamente todos los
días tal y cual y no lo cambiaba porque cuando apareciera por fin su príncipe
encantado, él sabría exactamente dónde encontrarla y estaba cierta que tendría
que ser allí, pues no quería dar la casualidad de hacer un nuevo trayecto y
justo ese día no encontrar con él.
Mientras caminaba, venían los mismos pensamientos en su
cabeza: "¿Cuándo mi vida cambiará? ¿Cuándo conoceré el amor verdadero?
¿Aquél que me sacará de aquí, de este lugar tan pequeño e inerte?".
Nancy nació en ese pequeño pueblo, llamado Playa de
Lagoinha, ubicado en Brasil, a unos 100km de la gran ciudad Fortaleza. Miles de
personas llegaban y salían, pero su corazón siempre le decía que ese momento
aun llegaría, y se llenaba de esperanza.
En su pueblo hay un dicho muy popular que dice que
cualquier persona que beba del agua del lugar, jamás querrá salir, porque todos
que conocen a esa playa sueñan en vivir allí.
Muchos consideran un pedazo de paraíso perdido en
Brasil, aunque no olvidado, pero a Nancy le daba angustia, algo dentro de ella decía
que su hogar estaba en otro sitio, quizás del otro lado del océano, este mismo
a lo cual ella miraba todos los días perdida en sus pensamientos más profundos,
como si estuviese buscando a su salvación, a aquél a quien le sacaría del
pueblecito.
Después de sudar y soñar con su futuro, Nancy volvió a
casa, se duchó, bajó a la cocina en la planta baja de su bellísima casa frente
al mar para desayunar y apresuradamente cogió el coche para hacer sus 12kms
diarios de ida hacia el trabajo.
Nancy trabajaba en el ayuntamiento del distrito, como
directora de tres concejalías: de turismo, cultura y medio ambiente. Era una
chica bastante trabajadora y se veía bastante guerrera y valiente a los ojos de
quien no la conocía, pero era dulce, romántica y bastante ingenua. Todos le
pedían ayuda en el trabajo, la tenían ahogada de tareas, pero no sabía decir no
a la gente, aun así, sacaba tiempo para seguir su instinto, y vivir su esencia.
¿Era un día con un aire diferente, sabía ella que algo
pasaría, pero que sería? ¿Era viernes y que podría esperar del fin de semana?
Estaba firmando un mogollón de papeles, llevaba mucha
presión por terminar ya que algunos de esos documentos tenían plazo de entrega
en los órganos públicos, cuando para empeorar se acerca Raquel, su secretaria,
y le dice que hay un correo en español para la concejalía de turismo, y como
nadie hablaba el idioma, no sabían de qué se trataba y de pronto Nancy se puso
delante del ordenador y empezó a leer el correo que decía:
"Hola, ¡Buenos días! ¿Soy Martín, me iré a
Brasil dentro de un par de días con unos amigos a practicar Kitesurf y nos
gustaría saber cómo es la Playa de Lagoinha, si hay hoteles, cuantos nudos de
aire hay para la práctica del deporte y dónde comer? Dependiendo de vuestra
respuesta, nos iremos a la playa vecina. ¡Sorpréndanos!
Un saludo desde España,
atentamente,
Martín Garcia"
- ¿Ay la madre, eso es una broma? ¡Vaya insulto! ¿Será
posible que este no sepa pesquisar por la página oficial del ayuntamiento y
sacar sus propias dudas? ¡Demasiado trabajo tengo para pesquisar y exponerle
los "nudos" que hace el aire y aun sorprenderle en la respuesta! ¿Y
por qué no hay gente aquí que hable otros idiomas? – habló sola, frustrada, por
tener que perder tiempo explicándole al hombre esas tonterías, aún más porque
ese dato no existía en la página oficial. ¿Y Ahora donde sacaría esa
información?
Aunque estuviera enfadada, Nancy terminó con todo el
papeleo y se puso a llamar por teléfono a los profesionales del deporte que
estaban en el pueblo, pues empezaba la temporada de aire y prácticas de
deportes acuáticos, y en seguida saltó a contestar al señor muy amablemente, al
final el pueblo necesitaba turistas para seguir en desarrollo, aunque fueran
ese tipo de gente:
"¡Muy buenos días, señor Martín! Es con inmenso
placer recibiros en nuestra preciosa playa. Aquí disponemos de posadas y
hoteles a su gusto, que ofrecen sabrosos platos de la región, desde pescados,
carnes o pastas.
Podéis disfrutar de agua de coco muy fresca y otros
aperitivos sin tener que salir de su comodidad, aunque disponemos de una plaza
central muy hermosa con una linda iglesia y puestos de comidas típicas y
rápidas. Por supuesto, nuestra playa es formada de una media luna, con una
extensión de 4km y con hermosos puntos turísticos a visitar, el aire puede
tener variaciones de 22 hasta 27 nudos, por lo que sería ideal para la práctica
de vuestro deporte, para principiantes hasta los más valientes.
Espero haberos ayudado.
Estaremos siempre atentos en lo que necesitéis.
Un saludo,
Nancy Castro
Al terminar de contestar, Nancy se dio cuenta que a esa
hora ya debería estar en casa comiendo con su padre, ya que su trabajo era por
las mañanas. Y por las tardes se sentaba a la mesa de su oficina en su casa y
terminaba de hacer lo que llevaba de retraso de las otras concejalías, pues al
final eran tres para ponerse al día.
Se organizó para terminar la tareas pendientes en su casa y se marchó.
Nenhum comentário:
Postar um comentário